viernes, 14 de noviembre de 2008

Helado...

Era pleno agosto de este año. Con el equipo de Actividades Lúdico-Educativas del CPDL más don Candelario (Coordinador Regional), nos dirigíamos a la Aldea El Triunfo, Champerico, Retalhuleu.
Era la visita obligada antes de presentarnos ahí con el espectáculo que hemos montado y puesto en escena en diferentes lugares de la costa.
El infaltable calor hace ver espejismos entre el verde y el gris de la ruta. El Triunfo está lejos del centro de Retalhuleu, una carretera en regulares condiciones nos conduce hasta ahí. Y el espejismo es una moto que vende helados y otras cosas.
Cada quien se espanta la necesidad económica como puede y, este señor, visita estos parajes cabalgando su motocicleta cargada con una hielera, conos de helado y periódicos del día.
Nos detuvimos para comer un helado en medio del verde y el calor de la costa sur de este país.
En la foto, de izquierda a derecha: El vendedor, Danilo, Fer, FranJa y don Cande.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Noviembre

Foto: Guillermo Ch. nov. de 2008.

Y será noviembre
quien me vea partir,
así lo espero:
Como quien espera
la sonrisa que del sur no regresa,
la palabra que se extravió entre sueños,
como quien espera el amor.

Noviembre será amarillo
como sus flores de Muerto.
Será el emisario,
el que trae la noticia
del final de mi tiempo.

Está seguro el tiempo
de tenerme entre sus deudos.
Lloraré su final,
su angustia de morir junto
con mi propia muerte.
Lo he medido palmo a palmo,
lo retengo en mis pupilas.
Le he querido y le he odiado.
Noviembre me verá
libre al fin.

La Concordia

Entre el final de Octubre y el principio de noviembre... siempre resulta más fácil reunirnos y buscar eso que tanto se pierde: estar juntos.
En la foto: Giovanni, Guillermo, Ego y Edgar. Lugar: Casa de Giovanni en La Concordia, departamento de Totonicapán. Falta Roberto... lamentáblemente no ha podido sumarse a las últimas salidas (aunque he de decir que éstas no son tan abundantes como nosotros mismos querríamos).
Café, vino, cerveza, guitarras, platicas largas y amigables, mil episodios de nuestras vidas se hacen presentes en esos momentos. Llegar y encender el fuego, llegar y pensar que podemos descansar de esta nuestra rutina, de estos nuestros amores y desamores, del presente, del olvido.