A tí: Gaby
¿Qué pasa después?Todo el odio y todo el amor quedan en un enmarañado ovillo de hilo. Nadie podrá solucionar, explicar, lo que queda al medio. Solo los extremos son visibles y permitidos a nuestro entendimiento: Acá empieza, acá termina. Durante nuestras vidas sucederá miles de veces, algunas nos dolerán profundamente, otras pasarán desapercibidas y apuñalarán nuestros pechos al enterarnos. No niego que algunas nos serán indiferentes, porque pensamos que el ciclo sigue. Nuestra pequeñéz queda patente, visible, a cada paso.
Y si te marchas, como se marchó él ayer, ella antes, ellos de una manera trágica, te dedicaré una lágrima, algo que te haga presente muchos días de lo que me queda de vida.
Apenas te recuerdo. No tuve muchas pláticas contigo. Fui, con otros dos locos como yo, el editor de tus palabras tonantes hace años ya. Y me encantaba verte tras el mostrador del guarda sueños, tras la ventana que resguardaba tus paciencias y tus amores.
Siempre fui uno más para ti. Lo sé.
Pero con nada más que tus palabras, tu explosión de color, quedan pagados todos los desencuentros que tuvimos durante nuestras vidas, durante tu vida que hoy celebro.
Mientras las noches deciden su camino
contemplo los sueños que se niegan
a ser descifrados.
No puedo, no quiero, perder tus miradas,
prohibirme tus manos.
Hoy la suerte está tirada:
esta vez no caminaré
a tu lado.
Esperaré despierto a que las lunas
decidan por mi.
Te extrañaré.
Mixco, Guatemala, enero de 2008.