lunes, 12 de enero de 2009

Diciembre...

Diciembre no fue tiempo perdido. Alcanzó para descansar de la rutina del trabajo (que es poca, pero llega a aturdir), alcanzó también para estar en casa, para viajar y recordar caminos que van quedando un poco truncos.
La imágen que aparece sobre estas líneas corresponde al lago de Atitlán visto desde San Pedro la Laguna, municipio del departamento de Sololá. El viaje fue realizado en ese diciembre tan cercano y lejano ya. Me acompañó Giovanni y fueron un par de días de vagar y reflexionar sobre todo esto que nos espera y que no esperamos.
Mil sueños son el todo, mil sueños es la nada.

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