Era noviembre... una carretera más junto a los amigos de siempre menos uno. Reír y reír dentro del automovil y echarnos en cara que tomamos pésimas fotos con las cámaras digitales, añorar una buena Reflex 135 y rollos de ASA 400 para tirar y tirar fotos... extrañar el sonido del obturador, el trabajo de poner la velocidad y el diafragma, la duda sobre si la foto sería lo que nuestros ojos habían visto a través de la pequeña ventanita...
Al final nos detuvimos porque cada foto era peor que la anterior. Me bajé del carro, me apoyé en el capó y lancé mil conjuros para que estos dos titanes dejaran su sombra en la pantalla de la cámara.
Al final nos detuvimos porque cada foto era peor que la anterior. Me bajé del carro, me apoyé en el capó y lancé mil conjuros para que estos dos titanes dejaran su sombra en la pantalla de la cámara.
Los volcanes de la foto son el Acatenango (3,976 msnm) y el de Fuego (3,763 msnm)... están vistos desde la carretera, desde la recta de Patzicía, Chimaltenango...
El frío de esas alturas todavía cala en mi memoria.
El frío de esas alturas todavía cala en mi memoria.
2 comentarios:
Ahora sólo miramos los volcanes desde lejos. Paco vargas!!! aunque sea a las del oriente pero es urgente regresar a las montañas y captar imágenes que toquen el cielo.
si, apoyo la mocion del compañero chocanovich me apunto para algun volcancito, que dice la mara?
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