miércoles, 1 de agosto de 2007

Camino 12

Mis ojos se llenaron de lágrimas. En serio. No tener ni idea de que algo así se pueda construír y de pronto dar la vuelta en la esquina y que tus ojos vean eso. Ni siquiera las gruas le restan belleza. Y el perfecto cielo azul. La vida se vuelve bonita. Y la visión de Gaudí es vida y es bonita. Esta es la Sagrada Familia, vista desde enfrente del parque que lleva el mismo nombre y viendo la fachada de la Pasión, una de las partes más nuevas en ser edificadas del conjunto monumental de la iglesia. Los apabullantes sesenta metros de cada torre y ¡poder subir a cada una de ellas! (pagando los 8 euros de la entrada y los 2 euros de cada ascensor, puff...). Pero vale la pena. Esta Barcelona a ojos cerrados que se antoja irreal, esta Barcelona a ojos abiertos que se palpa y se vive. Se antoja Gaudí, a diario.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde las torres del templo popular de Gaudí no solo se respira Gaudí, también se respira Cerdà, el arquitecto que diseño el crecimiento de la ciudad: l'eixample. Esas manzanas alineadas con las calles anchas -muy anchas por haverse diseñado a principios del XX-. Y cuyo proyecto inicial fue parcialmente corrompido, ya que la propuesta original era de mantener siempre abiertas las manzanas. Solo dos lados de cada manzana tenian que llenarse de casas. El resto tenia que ser jardín. Qué ciudad más bella tendriamos!
Y, dije templo popular, porque Gaudí pidió que las obras se subvencionaran solo con aportaciones populares -entradas sobretodo-. Por ese motivo todavia esta en obras!

Unknown dijo...

que impresionante construccion kiki ojala consigas iguales o mejores fotos en el otro viaje, no se te olivde mi piedrita.