Siempre me gustó el color de su cabello. No puedo negar que hay en mi una predilección enfermiza por las rubias.
Ese día se presentó al parque con un vestido azúl. Platicamos sobre todo eso que nadie quiere decir o escucha en verdad. Trivialidades que esconden las oscuras cavernas de nuestro presente.
De pronto se puso triste, me miró a los ojos y dijo...
lunes, 14 de julio de 2008
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