Verán... creo que buena parte de lo que resta de este año la pasaremos trabajando en Iztapa, municipio de Escuintla, vecino cercano del tumultuoso y exasperante Puerto San José.
Explicaba en un post anterior que visitamos algunas comunidades de este municipio el pasado 31 de enero.
Esas comunidades, 3 en total y para ser más exactos, se llaman El Chile, El Wiscoyol 1 y El Wiscoyol 2.
Para llegar a esas comunidades hay que cruzar un río. El puente todavía no existe. Hay unos pilotes en su margen derecha, pero ninguna señal que pronto sea continuada su construcción. Así, hay que subir los carros a un lanchón (un ferry), que entre quejidos de su pequeño motor ayuda a salvar la distancia entre margen y margen del río, entre Las Morenas y Atitán. Serán unos 50 metros los que tiene de ancho el cauce... pero son 50 metros que muestran las dificultades que estas comunidades tienen que afrontar todos los días. Y, siendo zona de inundaciones durante el invierno, pues habrán de imaginarse lo difícil que será evacuarlos, llevarles ayuda, saber cómo se encuentran.
Se sabe que hay una entrada por tierra... pero esta pasa por los terrenos que las cañeras siembran y para poder utilizarla hay que pedir un permiso que no siempre es dado, una respuesta que no siempre es afirmativa.
Podría contar muchas cosas más sobre estas tierras, sobre los rostros de la gente que habita estas comunidades, sobre los cañeros, sobre las inundaciones... podría hacerlo, pero quiero que hagamos un pacto y me pregunten todo lo que quieran saber, yo, gustoso, contestaré.
Explicaba en un post anterior que visitamos algunas comunidades de este municipio el pasado 31 de enero.
Esas comunidades, 3 en total y para ser más exactos, se llaman El Chile, El Wiscoyol 1 y El Wiscoyol 2.
Para llegar a esas comunidades hay que cruzar un río. El puente todavía no existe. Hay unos pilotes en su margen derecha, pero ninguna señal que pronto sea continuada su construcción. Así, hay que subir los carros a un lanchón (un ferry), que entre quejidos de su pequeño motor ayuda a salvar la distancia entre margen y margen del río, entre Las Morenas y Atitán. Serán unos 50 metros los que tiene de ancho el cauce... pero son 50 metros que muestran las dificultades que estas comunidades tienen que afrontar todos los días. Y, siendo zona de inundaciones durante el invierno, pues habrán de imaginarse lo difícil que será evacuarlos, llevarles ayuda, saber cómo se encuentran.
Se sabe que hay una entrada por tierra... pero esta pasa por los terrenos que las cañeras siembran y para poder utilizarla hay que pedir un permiso que no siempre es dado, una respuesta que no siempre es afirmativa.
Podría contar muchas cosas más sobre estas tierras, sobre los rostros de la gente que habita estas comunidades, sobre los cañeros, sobre las inundaciones... podría hacerlo, pero quiero que hagamos un pacto y me pregunten todo lo que quieran saber, yo, gustoso, contestaré.
1 comentario:
Hola! Creo que soy incapaz de darme cuenta de lo difícil que tiene que ser no poder cruzar un puente más que con un lanchón (transbordador). Una barrera física como es un río que te impida seguir con tu camino.
Saludos.
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