Champerico es otro árbol derribado, otro sueño corto de camas propias, otra ventana a un laberinto que se nos hace cercano.
Yo soy otro después de estas arenas. Ya soy otro camino, otro paso, otra espera.
He vuelto a escuchar esa canción que se vuelve tormenta a medio estribillo. Mis ojos recordaron trenes y estaciones del metro. Una estación en especial.
Un tremendo horror al vacío recorre los alrrededores y también mis venas, mi interior. Reconocer el mundo desde un asiento que vuela o que rueda es parte de este tratar de acceder a los recovecos del "todo".