sábado, 13 de octubre de 2007

"entre el espanto y la ternura..."


Me encantaría creerme totalmente lo mucho que me dicen mis sueños acerca de esta experiencia. Juro que me volvería loco de alegría. Pero no basta el querer y apenas bastan los sueños. Rafita y yo hemos aprendido haciendo, equivocándonos, sufriendo, cansándonos, riendo como enanos, descubriendo el agua azucarada. Rafita y yo hemos andado juntos un camino que es difícil de explicar y que para cada uno de nosotros tiene un paisaje distinto, un vehículo distinto. Sin embargo, hoy que la primera parte de este sueño ha terminado, creo con más firmeza que, si bien los caminos son distintos, nos llevan a un mismo muelle en un mismo puerto. Lejos quedan ya Koldo y Germán, Jordi y Sergi, Ana y Eva, lejanos y cercanos compañeros de inicio de ruta y que nos mandan sus vibras desde ultramar. Lejos queda ya mi llanto por Ricardo y su partida y la coincidencia que el día que él se fue yo dejé que naciera mi alter ego... y nació llorando y riendo, nació querido y comprendido, nació y hasta hoy me acompaña -esquizofrénico de mi- en las buenas y en las malas.
Gracias mil a Koldo que supo darme palabras de aliento en esos aciagos días de inicio de ruta, gracias mil a Rafita y a Fofo y a JuanVa que estuvieron para no dejarme caer.
Gracias mil a mi familia, a mis amigos, porque creo que entienden que esto no es algo más y saben de la dificultad que impera en los reinos de la risa.
Ahora sólo queda saber dónde termina Daniel y dónde empieza Chusito.

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