Un post anterior tiene una foto del día después de ésto. Es aquel que le dedico de forma descarada a Regina, foto tomada cuando ya ibamos para abajo de este volcán (el de Agua). Acá vamos para arriba. Apenas ibamos tomando impulso en la subida y ya la lluvia había hecho el trabajo de dejar el camino como un muladar. Y, precisamente en ese muladar, encontramos al chavo que, queriéndo llevárselas de superman, cargaba con las mochilas de las tres damitas que acompañan la foto (además de Regina, claro está). Los otros supermanes, es decir, Mario, Roberto y yo, pues amablemente nos ofrecimos a ayudarlas. Cada oveja con su pareja y seguimos pa' arriba. Resultaba exacto: cuatro hombres, cuatro mujeres, pero nadie se decidía a atacar. Yo no dudé ni un momento (incluso cuando Roberto se metió el zapotazo que obligó a que le sacáramos cosas a su mochila y las metiéramos en la mía) y me le pegué (marca fija) a la chava del suéter negro y pantalón acid wash ochentero que está a la par de Roberto. ¿Quiéren saber como se llamaba? ¿Creen que no me acuerdo? ¡Já! Dicen que un caballero no tiene memoria, pero como yo ni de lejos soy uno de esos, pues me acuerdo bien, se llamaba: Lida.
La foto de grupo es también un ritual. Las condiciones no ayudaban, como ya expliqué antes (cámara, lente, flash... etc.). Lo que no recuerdo es cómo se llamaban las otras chavitas... lo ignoro... y mucho menos el superman ese...
Las cosas son eso mismo... memoria de la memoria misma.
La foto de grupo es también un ritual. Las condiciones no ayudaban, como ya expliqué antes (cámara, lente, flash... etc.). Lo que no recuerdo es cómo se llamaban las otras chavitas... lo ignoro... y mucho menos el superman ese...
Las cosas son eso mismo... memoria de la memoria misma.
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