lunes, 19 de octubre de 2009

¡Éepaaaa!

Recuerdo muy bien que, una de las primeras veces que lo vi, me llamó la atención una senda hebilla que usa en su cinturón: Hebilla de montador de jaripeo... Juzgón, como dicen que soy, le pregunté si era de algún jaripeo donde él hubiera participado y se rió, se puso rojo y dijo que no, que la hebilla ya venía con el cinturón y que a él le gustaba.
Nacido en Jocotán pero vecino de Camotán, Marlón (así dice que se llama el cartelito que lleva en el pecho) es parte de ese grupo de amigos nuevos, de compañeros del Dispensario Bethania. Su buen humor y su conversación fácil son tanto o más agradables que su habilidad para contar chistes y anécdotas. Una anécdota de esas es la de su nacimiento en ese dispensario donde ahora trabaja. Él nos lo contó a Chepón y a mi y luego usé esa información durante una conversación con el doctor Carlos:
-Deberían de ponerle a esta sala una placa que diga: "Sala Marlon Salazar", porque dice él que aquí nació -dije yo.
-Si, es cierto, aquí nació... y todavía debe lo del parto -contestó el doctor y espantó a los pájaros con su carcajada.

1 comentario:

Juli Gan dijo...

Hola! Un saludo desde el otro lado del océano.