Soy afortunado de tener amigos que toman fotografías tan buenas como esta. No lo digo porque yo salga en ella. Lo digo porque la foto captura ese momento de paz en el mirador de las faldas del Cerro Quemado en Xela. Es el mirador del tronco quemado (a mis espaldas) y en mis píes el polvo del camino y en mi rostro la contemplación o la evasión de este mundo estúpido que nos aleja de todo esto. Mis filosas manos reposadas en mi regazo y el sueño que me duvuelve -todo- hasta ese momento, ese día, esa sensación de vida total.
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3 comentarios:
solo para ver quien salta, deberias de publicar quien tomo la foto. jijiji...
kiki le apuesto diez a uno que todavia conservas alguna pieza del atuendo que te acompa�a en esa escena de quietud y soledad.
Pues, menos la gorra y los zapatos, el resto de las piezas del "outfit" (chila...!!!) existen aún y me quedan bien... jejejeje...
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